La serigrafía es una técnica de impresión versátil que nos permite transferir tinta sobre cualquier tipo de soporte, incluyendo papel, vidrio, tela e incluso metales. Entre las tintas más interesantes que podemos utilizar en este proceso, se encuentran las metálicas. Estas tintas no sólo aportan una estética distinta y atractiva, sino que también añaden una preciosa textura y acabado fantástico a los distintos soportes.
Las tintas metálicas son formuladas con pigmentos metálicos de gran calidad que reflejan la luz de forma diferente al resto de tintas. Esta característica permite conseguir acabados brillantes, metálicos y relucientes, que captan la atención y aportan un toque de elegancia y sofisticación a cualquier diseño. Se utilizan comúnmente en embalajes de lujo, material promocional, diseño de moda, publicidad, industria y en otros muchos ámbitos.
En la imagen, se puede apreciar el aspecto de la impresión con tintas de serigrafía sobre un soporte oscuro.